La misa es el cielo en la tierra - Parte 2 - Cuculmeca Apologética

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sábado, 16 de febrero de 2019

La misa es el cielo en la tierra - Parte 2


Introducción:

Siguiendo la lógica de post anterior: La misa es el cielo en la tierra - Parte 1, en este post se empieza por la interrogante dejada al final de ese escrito.

¿Dónde está Dios hijo? Siendo que ya en el Capítulo 4 del Apocalipsis aparecía el Espíritu Santo y Dios Padre sentado en el trono es completamente lógico que el Hijo no puede estar fuera de este evento magnífico, ya que aquí, en esta liturgia celestial nosotros en comunión nos unimos a la comunión perfecta de la Santísima Trinidad.


Desarrollo:

Veamos lo que dice Apocalipsis 5:

Apocalipsis 5:1 Vi a la derecha del que estaba sentado en el trono un libro, escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.

Comentario: El libro sellado simboliza el designio divino sobre cada hombre y sobre la historia. Es interesante la figura de siete sellos. El número 7 en la escritura indica perfección, completud, el libro estaba completamente sellado.

En esto podemos ver como en la Santa Misa somos llevados por la palabra de Dios a reflexionar incluso por nuestras acciones, nuestra forma de vivir la vida, nuestros errores, nuestras plagas personales, todo ello nos sella el alma. ¿Quién es el remedio que quitará este sello?

Apocalipsis 5:2 Vi un ángel poderoso que pregonaba a grandes voces: ¿Quién será digno de abrir el libro y soltar sus sellos?

Comentario: La pregunta queda al aire: "¿Quién será digno de abrir el libro y soltar sus sellos?", esta pregunta nosotros también debemos hacerla, y responderla con lo que viene, este es un libro sellado de la forma perfecta que solo el que es perfecto podría quitar. Solamente alguien, la persona que posee la naturaleza perfecta puede abrirlo.

Apocalipsis 5:3 Y nadie podía, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro ni verlo.

Comentario: Se nota que nadie podía abrirlo. ¿Quién es el de la naturaleza y subsistencia perfecta que abrirá el libro? En los versículos siguientes nos vienen a dar la respuesta, de la forma más bella, como un poema que libera los sellos, como la corriente de agua de vida que emana de las rocas liberando de impurezas su superficie.

Apocalipsis 5:4 Yo lloraba mucho, porque ninguno era hallado digno de abrirlo y verlo.

Comentario: Vemos que Juan está llorando, él sabe que es importante el evento que no se ha dado, un libro que ha sido por seres del cielo y la tierra, y de los abismos intentado abrir y ¡nadie puede!, esto es una desgracia. ¿Quién podrá consolarnos de nuestros designios si no existe quién pueda abrir el sello de nuestro corazón?

Apocalipsis 5:5 Pero uno de los ancianos me dijo: No llores, mira que ha vencido el león de la tribu de Judá, la raíz de David, para abrir el libro y sus siete sellos.

Comentario: Uno de los ancianos, una de las personas en el cielo, de esas persona vestidas de blanco que irradian de santidad le dice a Juan: "No te preocupes, tranquilo, no llores". le reconforta, este anciano y todos los ángeles del cielo saben la respuesta a la pregunta de quién abrirá el sello.

Juan estará dichoso de encontrar la respuesta. Vemos que el ser que quitaría los sellos es descrito como algo fuerte, un León de la tribu de Judá, que sabemos que el León es el Rey de la naturaleza, el rey del reino animal.

Apocalipsis 5.6 Vi en medio del trono y de los cuatro vivientes, y en medio de los ancianos, un Cordero, que estaba en pie como degollado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios, enviados a toda la tierra.

Comentario: Este texto es precioso, pareciera como que quisieron hacer el contraste más bello, entre el poder de Dios y su belleza, entre ser un León y ser un Cordero, inmolado, degollado. Que tiene el poder perfecto (siete cuernos) y que todo lo ve (siete ojos) y que describen perfectamente al Espíritu Santo (Epíclesis): ¡Es un cordero el que abrirá el sello!

Apocalipsis 5:7 Vino y tomó el libro de la diestra del que estaba sentado en el trono.
Apocalipsis 5:8 Y cuando lo hubo tomado, los cuatro vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron delante del Cordero, teniendo cada uno su cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos.

Comentario: Todos inmediatamente se arrodillaron ante el cordero. ¡Así lo hacemos en cada misa! E incluso, con las copas de oro llenas de perfumes que son las oraciones de los santos ¡Precisamente las oraciones que nosotros elevamos también en nuestra celebración eucarística y al mismo tiempo las oraciones que pedimos a los santos para que intercedan por nosotros! Todo esto es completamente sublime.

Apocalipsis 5:9 Cantaron un cántico nuevo, que decía: Digno eres de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre has comprado para Dios hombres de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
Apocalipsis 5:10 y los hiciste para nuestro Dios reino y sacerdotes, y reinan sobre la tierra.

Comentario: Ahora nos explica que es Jesús, cordero pascual, que al ser sacrificado, con su sangre de la nueva alianza, esa que es eterna, ha comprado la salvación de todo hombre sobre la tierra. Además nos dice algo que a los Católicos se nos hace muy conocido: "¡Cantar al Señor un Cántico nuevo porque ha hecho maravillas, Aleluya, el Señor es nuestro Rey!", el himno que cantamos antes que se abra el libro del evangelio en la Santa Eucaristía. ¡Simplemente precioso!

Apocalipsis 5:11 Vi y oí la voz de muchos ángeles en rededor del trono, y de los vivientes, y de los ancianos; y era su número de miríadas de miríadas, y de millares de millares.
Apocalipsis 5:12 que decían a grandes voces: Digno es el Cordero, que ha sido degollado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la bendición.

Comentario: Y aquí apreciamos claramente que esos 24 ancianos mencionados anteriormente no son literalmente 24, sino que son el pueblo de Dios, del Antiguo y Nuevo Testamento, son millares de millares, todos en el cielo, vivos, celebrando la nueva alianza de Dios, la liturgia celestial, la misa en el cielo.

Apocalipsis 5:13 Y todas las criaturas que existen en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y en todo cuanto hay en ellos, oí que decían: Al que está sentado en el trono y al Cordero, la bendición, el honor, la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 5:14 Y los cuatro vivientes respondieron: Amén. Y los ancianos cayeron de hinojos y adoraron.

Comentario: Y aquí cuando dice "y sobre la tierra", nos incluye a todos nosotros que vivimos en ella, y que al igual que en el cielo celebramos los sagrados misterios de la pascua de la nueva alianza sellada con la sangre de Cristo. Es importante como lo que todas estas personas dicen al Cordero y al que está sentado en el trono también nos es conocido a nosotros los Católicos porque naturalmente nosotros también lo decimos: "Tuyo es el reino, tuyo es el poder y la gloria por siempre Señor" y luego "Señor, no soy digno que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme", nosotros al igual que esos ancianos, le adoramos también a Dios.


Conclusión:

Y ¡tenemos todo listo ya!

Así podemos ver que en los Capítulos 4 y 5 del Apocalipsis se ve reflejado que hay una misa en el cielo, tenemos al Padre sentado en el trono, hablando a todo el pueblo de Dios, por medio de su Evangelio, por medio de su palabra de vida, todos los presentes están en paz y comunión.

Así mismo el Espíritu Santo congrega la unidad a cuantos participan del banquete celebrado en el cielo, se realizan cantos de alabanza y gloria, incluso el conocido "Santo, Santo, Santo" que dirigimos a Dios en cada celebración Eucarística. Además de eso tenemos al Cordero de Dios, servido en el banquete, como inmolado, listo para sacrificio, dado a nosotros como alimento, y en medio, como signo principal de toda la celebración dirigida al Padre, como nuestra Eucaristía "Por Cristo, con Él y en Él, a tí Dios Padre omnipotente en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén".

¡Y es que en el cielo se celebra una misa completa, y mientras nosotros celebramos la Eucaristía en la tierra, en el cielo también lo hacen! Por eso en la Eucaristía el sacerdote dice: "Por eso, con los ángeles y los arcángeles, y con todos los coros celestiales cantamos sin cesar el himno de tu gloria" ¡No estamos solos! En el cielo también celebran lo que en la tierra celebramos. La Santa misa, misterio tan sagrado y precioso.

Por esta razón, y muchísimas más (como la presencia de María en el Capítulo 12 del Apocalipsis) podemos decir, con razón, seguridad, alegría, gozo, confianza y gratitud a Dios que: La misa es el cielo en la tierra.

Por. Cairo José Sánchez Sáenz

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