Corredención mariana en Lucas 2, 33-35 - Cuculmeca Apologética

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viernes, 17 de julio de 2020

Corredención mariana en Lucas 2, 33-35




Introducción:

La corredención de la virgen María es una enseñanza que tiene una gran relevancia dentro del catolicismo, pues es esa doctrina que está en la alfombra a ser definida como dogma si así el Espíritu Santo inspira a la Iglesia a su proclamación como tal. 

La escritura y la tradición poseen diversos fundamentos para afirmar que María es corredentora, es decir, que ella sí tuvo una participación en subordinación a Cristo, en la redención del mundo. 

Adoptando la definición que el FMD brinda [1]: “La expresión “María corredentora” quiere expresar el papel único de María colaborando con el único redentor del mundo. Es un título que ya emplea la tradición cristiana para expresar la vinculación esencial de María a la acción salvífico-redentora de su Hijo, perfecta en sí misma. No parece haber otro concepto que manifieste mejor esta realidad” 

En este trabajo se presenta un breve análisis a uno de los textos más interesantes para comprobar esa vinculación que tiene el sacrificio y sufrimiento de Cristo con el sufrimiento de María en la cruz: Lucas 2, 33-35.
La perícopa va a ser analizada principalmente desde su sentido griego, aunque proveyendo a su vez la interpretación teológica–mariológica que al texto caracteriza ya que se trata de unas palabras de Simeón hacia María pero que traen como punto de inicio el nacimiento del Verbo encarnado. El texto a analizar es traducido como sigue según la versión Serafín de Ausejo (2003): 

Lucas 2, 33-35 
[33] Su padre y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de Él. 
[34] Simeón los bendijo; luego le dijo a María, su madre: “Mira: este está puesto para caída y resurgimiento de muchos en Israel, y para señal que será objeto de contradicción. 
[35] –y a ti una espada te atravesará el alma-, para que queden patentes los pensamientos de muchos corazones”. 

¿Qué es lo que hará que queden patentes los pensamientos de muchos corazones: la señal de contradicción que va a generar Jesús entre muchos, o la espada que atravesará el alma de María?, muchas traducciones, como la usada en este trabajo, usan paréntesis o guiones para encerrar las palabras acerca de la espada que atravesaría el alma de María, lo que a muchos ha hecho pensar que es un texto de comentario pero que no tiene conexión directa con el hecho de hacer quedar “patentes los pensamientos de muchos corazones”

Bajo este supuesto, María no tendría mucho que ver con que queden patentes los pensamientos de muchos corazones, sino sería el mismo Cristo de quien en principio Simeón estaba hablando; sin embargo quedan al menos dos problemas, ¿cuál es el sentido para el hagiógrafo de poner que el alma de María sería atravesada sin quedar en un significado simple y sin sentido? ¿y cómo esto puede resolver el hecho de que exista un conector de objetivo “para que” después de la oración relacionada a María? 

A continuación una transcripción griega tomando en cuenta el sentido lógico de la oración, haciendo notar las palabras que tienen relación en un mismo color [2]. Además, cada línea de traducción al español en la imagen va a tener un número, para que sea más fácil elaborar un comentario punto por punto.

En la imagen, el número 1 significa esos textos que están siendo referidos a Cristo, mientras que el número 2 son esos textos que se refieren a la Virgen María. Nótese como hasta finales del versículo 34 todos los textos habían estado en referencia a Cristo, con frases como “el padre suyo”, “cosas que se decían acerca de Él”, “la madre de Él”, “Este es”

La palabra griega “autos” que hace referencia a la persona a la que se refieren según el contexto, es usada con Jesús cuatro veces en este texto, siendo la última vez justo cuando Simeón explica a María que Jesús no solamente viene a traer alegría, sino que también será señal de oposición y contradicción. Al inicio del versículo 33 se hace referencia a Jesús con la palabra “autos” debido a que Lucas en los versículos 26 y 27 se había referido específicamente a Él con la palabra “Cristo” y “Jesús”, respectivamente, esto permite que en el griego se empiece a usar la palabra “autos” para referirse a la persona de la que se estuvo refiriendo en el contexto inmediato. 

Por eso se utiliza “pater autou” (padre suyo/πατὴρ αὐτοῦ), refiriéndose a que san José es padre de la persona a la que se ha estado refiriendo san Lucas en los versículos anteriores, lo mismo aplica con las palabras “laloumenois peri autou” (cosas que se decían acerca de Él/λαλουμένοις περὶ αὐτου), pues nos da a entender que José y María estaban maravillados (thaumazontes/θαυμάζοντες), sobre todas las cosas que sobre Jesús eran dichas. 

El versículo 34 empieza con otra parte en donde se dicen más cosas de Cristo, y las expone a través de las palabras que Simeón dice a María en la que se vuelve a usar dos veces más la palabra “autos”, primero para referirse que María es “meter autou” (madre suya/μητέρα αὐτοῦ), y luego dentro de las palabras de Simeón, que empieza con “outos keitai” (Éste es para caída/οὗτος κεῖται), que viene a ser la primera de las cosas que Simeón explica a María que Jesús vendrá a ser, luego le dice que también va a ser objeto de contradicción. 

Estas dos sentencias son las que Simeón tiene que decir a María acerca de Cristo, las palabras surgen como contraste directo al pensamiento positivo de las cosas que se habían dicho de Jesús, por las que tanto José como María estaban maravillados [3]. En el diagrama de arriba están señaladas con el número 1 que posee un tamaño superior a los demás, esto para ilustrar que el discurso de Simeón respecto a Cristo concluye con esa segunda parte, siendo la primera en la que alaba a Dios por la maravilla que es Cristo, y la segunda la que comunica que no todo es alegría. 

Ahora bien, todas estas palabras sobre las cosas malas que de forma indirecta trae la encarnación del Verbo son dichas a María, no a José. Simeón decidió que estas cosas debían ser dichas a María por una razón: ella estaría conectada con este relato sobre las cosas reveladas en subordinación a Jesús. Véase como en el versículo 35 se utiliza el genitivo “σοῦ”, que significa “a ti”, y luego inmediatamente hace uso del “autos”, pero esta vez no refiriéndose a Jesús, sino a María misma; este uso consecutivo de palabras crea un énfasis en la persona de María, a quien Simeón refiere que su alma será atravesada con una espada. 

Lo que Simeón relata a María es “un vistazo anticipado al Calvario, cuando el rechazo de Jesús por parte de los pecadores pesará mucho sobre su Madre. A la vocación de ella se une una sombría expectativa de sufrimiento materno” [4], Que Jesús se haya referido directamente a María nos indica que ella está unida íntimamente más que nadie al misterio del sufrimiento redentor de Jesucristo [5]. Interesante también el comentario de Monseñor Straubinger al texto donde menciona que “por la profecía de Simeón se despierta en el alma de María el presentimiento de un misterio infinitamente doloroso en la vida de su Hijo. Hasta entonces ella no había escuchado sino las palabras de Gabriel que le anunciaba para Jesús el trono de su padre David (1, 32). Simeón las confirma en el v. 32, pero introduce una espada –el rechazo del Mesías por Israel (v. 34)– cuya inmensa tragedia conocerá María al pie de la Cruz. Cf. Juan 19, 25” [6].

El mensaje de Simeón a María acerca de la espada atravesando su alma quedaría sin sentido si no tuviera un por qué, si no hubiera un objetivo o razón por la que el alma de María resultaría tan insultada que sentiría como una espada atravesándole el alma. El texto explica el por qué, de hecho lo conecta con la conjunción “opos” (para que/ὅπως), que indica que lo anterior no queda como una sentencia sin sentido, sino que existe una razón u objetivo que la hace ser así: el alma de María será atravesada con una espada para que sean “revelados los pensamientos de muchos corazones”

“Opos” es una conjunción subordinante que sirve para dar relevancia o sentido a la proposición principal, básicamente sin esta conjunción la oración principal no tendría sentido (Simeón comunicando a María el asunto de la espada atravesando su alma). Las conjunciones subordinantes funcionan precisamente para esas oraciones principales que no tendrían sentido por sí solas [7]. Las subordinadas pueden anteceder a la principal (ejemplo: “como él no soltaba a Pedro y a Juan todo el pueblo corrió” Hechos 3, 11) así como también seguirla (ejemplo: “los saduceos vinieron a donde ellos indignados porque enseñaban al pueblo” Hechos 4, 1), pero no pueden aplicarse a una oración que no es su principal pues simplemente no tendría sentido alguno [8]. Es por eso que las palabras dirigidas a María no pueden dejarse aisladas de su subordinada. 

Con lo anterior entendido, el texto solamente puede referir a que es en orden acerca de que la espada atraviesa el alma de María, que son revelados los pensamientos de muchos corazones. Es aquí donde se hace notar el carácter que se nombra “corredentivo” en la Virgen María, que se une al dolor de su Hijo en la cruz, pero que a su vez el dolor de ambos sirve para descubrir a los demás, a través del sagrado corazón de Jesús y el inmaculado corazón de María son descubiertos los verdaderos hijos de Dios. Esto no quiere decir que la redención de Jesús depende de María, o que sin María no estaría completa, sino más bien que Dios quiso que una mujer co-actuara en el único acto redentor del único mediador entre Dios y los hombres, el sacrificio de Cristo, para que así como aquella mujer co-actuó en la condena del mundo que vino a través del pecado del hombre, una mujer fuera corredentora en el acto de rescate del pecado que un hombre vino a realizar.
Es posible dar un sentido lógico al hecho que Simeón solamente haya referido a María la profecía sobre Jesús, profecía acerca de esas personas que lo rechazarían y caerían en el pecado; María que habría de ser mostrada en un pasaje a futuro como la primera persona antes del ministerio público del Señor que manda a los demás cumplir la voluntad de Jesús, es profetizada como destrozada por el pecado de todas esas personas que han decidido rechazar, negar y/u odiar a su Hijo. La madre de Jesús que desde el primer instante de su encarnación había estado unida a Él, y permaneció junto a Él toda su vida, participó más que nadie en la vida redentora de Dios encarnado, y este texto estudiado es una pequeña muestra de esa unión de estas dos personas, unión que les hace compartir el dolor del calvario. 

La corredención de María es explicable de diversas maneras, y la que ha sido expuesta en este texto, que bien puede ser usada como corolario o como punto argumental, es solamente una de ellas. En la Iglesia Católica, la corredención mariana actualmente no es un dogma de fe, sin embargo es una realidad que es cada vez más estudiada en vía a una pronta aprobación; este texto sirva para todos aquellos que buscando razones para creer en esta realidad, puedan interiorizarlo y hacerlo propio para mayor gloria de Dios. 

El Señor te de la paz, 

[1] Foro Mariano: Significado de la corredención de María, recuperado el 17 de julio de 2020 del enlace: https://www.foromariano.es/significado. El texto original tiene una errata en la palabra "salvífico" que fue corregida por el autor.
[2] El diagrama no es de elaboración propia, no así toda la traducción presente en él que si ha sido plasmada por el autor. El texto griego y el diagrama pertenece a “MacDonald Greek Transcription”. 
[3] Hay que recordar que en los versículos anteriores, Simeón agradecía a Dios por haber visto a Cristo y empieza a alabar a Dios y comunicarse con Él. Todas estas cosas dichas por Simeón obviamente maravillaron a los padres del Salvador, sin embargo Simeón tenía que decir la parte “negativa” del asunto, y se la comunica a María, no a José. 
[4] Ignatius Study Bible, Commentary on Luke 2, 35.
[5] Catecismo de la Iglesia Católica 618. 
[6] Biblia Platense, comentario de Mons. Straubinger a Lucas 2, 35. 
[7] Zerwick, Mark & Grosvenor Mary (2008); “Análisis del griego del Nuevo Testamento”, Editorial Verbo Divino, España, pág xxxvii. 
[8] Ibid.

Por: Cairo José Sánchez Sáenz 
17/07/2020

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