La Santificación de la Virgen María - Aquino & Escoto - Cuculmeca Apologética

Puedes ver

Traducir a tu idioma

Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

martes, 2 de julio de 2019

La Santificación de la Virgen María - Aquino & Escoto


Este es el primer post de la serie Aquino & Escoto, en el que se muestran las respuestas y pensamientos de estos grandes doctores de la Iglesia Católica, El doctor angélico Santo Tomás de Aquino y el doctor sutil Beato Juan Duns Escoto. El esquema de este post y los demás será distinto al de otras entradas, pues no incluirá un título de Introducción, Desarrollo ni Conclusión, siendo solamente los textos de los doctores los que se muestren en el mismo.


Los textos no van a contener comentarios del autor de este blog, a menos que se especifique. Lo textos aquí mostrados serán extraídos puramente de las fuentes siguientes:


Para la Summa Teológica de Santo Tomás de Aquino en Español se extraerá el escrito directamente de este sitio web: http://hjg.com.ar/sumat/


Para los escritos de Juan Duns Escoto se utilizarán los que se encuentran en la web en inglés: http://aristotelophile.com/current.htm, al estar en inglés será traducido directamente por el autor de este blog, por lo que errores tipográficos, léxicos o de cualquier tipo que la traducción al español contenga son debidos al autor del blog Cuculmeca Apologética.



Acerca de la Santificación de la Santísima Virgen

 

Santo Tomás de Aquino

 

Beato Juan Duns Scoto

Objeciones por las que parece que la Virgen María no fue santificada antes de su nacimiento del seno materno.

 

Objeción 1. Porque dice el Apóstol en 1 Cor 15,46: No es primero lo espiritual, sino lo animal; después lo espiritual. Ahora bien, por la gracia santificante nace el hombre espiritualmente en cuanto hijo de Dios, conforme a lo que se dice en Jn 1,13: Han nacido de Dios. En cambio, el nacimiento del seno materno es nacimiento animal. Luego la Virgen María no fue santificada antes de nacer del seno materno.

 

Objeción 2. Dice Agustín en la Epístola Ad Dardanum: La santificación, por la que somos hechos templo de Dios, no se realiza sino en los que han renacido. Pero nadie renace si antes no nace. Luego la Virgen María no fue santificada antes de nacer del seno materno.

 

Objeción 3. Todo el que es santificado por la gracia queda limpio del pecado original y del actual. Si, pues, la Virgen María fue santificada antes de su nacimiento del seno materno, se seguiría que fue limpia del pecado original. Ahora bien, sólo este pecado podía impedirla entrar en el reino de los cielos. Por consiguiente, en caso de haber muerto entonces, parece que hubiera entrado en el reino celestial. Pero esto no fue posible antes de la pasión de Cristo, conforme a estas palabras del Apóstol: Tenemos confianza para la entrada en el santuario por la sangre de Jesús (Heb 10,19). Luego parece que la Virgen María no fue santificada antes de nacer del seno materno.

 

Objeción 4. El pecado original se contrae por el origen, como el actual se contrae por el acto. Ahora bien, nadie puede ser purificado del pecado actual mientras se mantiene en el acto de pecar. Luego tampoco la Virgen María pudo ser limpia de pecado original mientras permanecía en el mismo acto de su origen, cuando se hallaba aún en el seno materno.

 

Contra esto: está el hecho de que la Iglesia celebra la Natividad de la Santísima Virgen. Pero en la Iglesia sólo se celebra fiesta por un santo. Luego la Virgen María fue santa en su nacimiento. Por tanto, fue santificada en el seno materno.

 

Respondo: Sobre la santificación de la Virgen María, esto es, que haya sido santificada en el seno materno, la Sagrada Escritura no dice nada. Ni siquiera menciona su nacimiento. Sin embargo, así como Agustín, en el escrito De Assumptione, arguye razonablemente que la Santísima Virgen fue asunta corporalmente a los cielos, aunque la Escritura no lo menciona, así también podemos inferir razonablemente que fue santificada en el seno materno. Es, pues, razonable creer que aquella que engendró al Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad (Jn 1,14), recibió mayores privilegios de la gracia que todos los otros. Por eso se lee en Lc 1,28, que el ángel le dijo: Dios te salve, llena de gracia.

 

Pero es sabido que algunos otros recibieron el privilegio de ser santificados en el seno materno. Tal aconteció con Jeremías, al que se le dice: Antes de que salieras del seno materno, te santifiqué (Jer 1,5); y con Juan el Bautista, del que se lee en Lc 1,15: Será lleno del Espíritu Santo ya desde el seno materno. Luego es razonable creer que la Virgen María fue santificada antes de nacer del seno materno.

 

A las objeciones:

 

Contra la objeción 1. También en la Virgen María fue primero lo animal, y después lo espiritual, porque primero fue corporalmente concebida, y después espiritualmente santificada.

 

Contra la objeción 2. Agustín habla de la ley ordinaria, según la cual nadie es regenerado si primero no ha nacido. Pero Dios no ligó su poder a esta ley de los sacramentos, de modo que no pueda, por especial privilegio, otorgar su gracia a algunos antes de que nazcan del seno materno.

 

Contra la objeción 3. La Virgen María fue santificada en el seno materno en cuanto a la mancha personal del pecado original, pero no fue liberada del reato que pesa sobre toda la humanidad, de modo que no pueda entrar en el paraíso sino mediante el sacrificio de Cristo, como se dice también respecto de los santos padres que vivieron antes de Él.

 

Contra la objeción 4. El pecado original se adquiere por el origen, puesto que a través de él se comunica la naturaleza humana, con la que propiamente se relaciona el pecado original. Y eso sucede en el momento de la animación de la prole concebida. Por lo que nada impide que, después de la animación, sea santificada la prole concebida, pues ésta no permanece en el seno materno para recibir la naturaleza humana, que ya posee, sino para lograr alguna perfección de la misma.

 

Objeción 1. Parece que la Santísima Virgen no fue santificada antes de su nacimiento del seno materno. Porque si fuese así [Oxon, 3 d 3 q.1 n.3], entonces ella habría sido santificada antes de haber nacido; por lo que ella habría sido limpiada del pecado original a través de la gracia santificante (porque de cualquier otro modo, ella podría haber tenido pecado original); por lo tanto, si ella hubiera muerto antes de la pasión de su Hijo, ella hubiera entrado a por las puertas del paraíso: pero esto parece inaceptable, que ella, la redimida entrara primero antes que el redentor, por lo tanto, ella no fue santificada antes de nacer del vientre materno.

 

Objeción 2. La Santísima Virgen vino al mundo de acuerdo con la forma común de propagación; por lo tanto, en ella estaba la misma infección, de donde sea que venga, así como se ha propagado en los otros hijos de Adán, de la forma común; por lo tanto, al igual que el resto de los hombres nacen con la ofensa de culpa original, por paridad, la Santísima Virgen María también vino al mundo como lo hacen los otros hombres. Y [Oxon. Ib. n.1] Fulgencio menciona esto expresamente en De Fide ad Petrum, ch.23: “Sosténganse lo más firmemente y de ninguna manera duden que todos los hombres que son concebidos a través de la mentira, todos los hombres y mujeres nacen con el pecado original”, por lo tanto, no fue santificada antes de su nacimiento del vientre materno.

 

Objeción 3. [Oxon. 4 d.4 q.3 n.1]. De acuerdo con el Apostol (1 Corintios 15): “Lo primero no es lo espiritual, sino lo animal, después lo espiritual”, por lo tanto es necesario que todos nazcan carnalmente antes de renacer espiritualmente; por lo tanto, la Santísima Virgen no pudo ser santificada antes de nacer del vientre materno.

 

Contra esto: [Oxon. Prol. q.2 n.8] La autoridad de la Iglesia Católica es tan grande que Agustín dice en Epistolam fundamenti: “No creería en los Evangelios si no creyera en la Iglesia Católica”. Pero esta Iglesia celebra el nacimiento de la Santísima Virgen; por lo tanto era necesario para ella haber sido Santa antes de nacer. Nuevamente, [Oxon. 4 d.4 q.3 n.2] Juan el Bautista fue santificado en el vientre de su madre, Lucas capítulo 1, por lo tanto, más así la Madre de Dios y Reina de todos los Santos.

 

Respondo: Hay que decir que la Santísima Virgen fue santificada antes de nacer del vientre. La autoridad de la Iglesia es totalmente convincente en esto; y lo que no implica repugnancia queda claro: para, [Oxon. 3 d.3 q.1 n.9] lo que respecta la aceptación divina, la gracia es equivalente a la justicia original; tanto que el pecado original no se imputa a alguien que tiene gracia, como queda claro en el bautismo o en la circuncisión. Por lo tanto, en cualquier instante, a esa alma que estaba en el vientre de su madre, Dios pudo haberle dado una gracia igual o mayor que la que se le daría en el bautismo; por lo tanto ella habría sido santificada. Y también, en el primer instante de su ser, cuando el pecado original debería haber estado presente, si Dios hubiera dado la gracia santificante, la mancha del pecado original se habría evitado. Y si se piensa que esa mancha se contrae y se derrama en el alma desde la carne infectada, Dios podría igualmente haber limpiado la carne misma y luego haber infundido el alma. Y si esa alma estuvo por un solo instante bajo la culpa original, no es de ninguna manera aceptable entender que fue limpiada inmediatamente después de ese instante; por si un agente natural [Oxon. Ib. n.10] puede comenzar a obrar en un instante, de tal manera que en ese instante hubiera un sujeto en un estado de reposo bajo la propiedad contraria y en el momento inmediatamente siguiente, suponiendo que estaba bajo la propiedad de estar helada, fue, a través de la acción del agente, bajo la propiedad de ser caliente, mucho más podría ocurrir a través de un agente sobrenatural. Porque en cualquier momento que actúe un agente natural, Dios puede actuar; por lo tanto en el tiempo inmediatamente siguiente al instante en que el alma de la Santísima Virgen estaba bajo la culpa original, pudo infundir gracia en ella y destruir la culpa original. Pero si ella había estado bajo la culpa por algún tiempo, Dios también podría, antes de que ella naciera, derramar gracia sobre ella, así como lo hace con los que ya han nacido y que reciben el sacramento del bautismo.

 

Contra la objeción 1. Niego que la Santísima Virgen, solamente por el hecho que ella fue santificada y purificada del pecado original antes de haber nacido, podría gozar y disfrutar la gloria celeste si ella hubiera muerto antes que su Hijo, por [Oxon. Ib. n.19] los Santos Padres que murieron antes de la muerte de Cristo fueron encontrados en el limbo, incluso algunos de ellos ya habían sido limpiados del pecado original antes de nacer. Por lo tanto, la puerta del cielo se cerró antes del pago de satisfacción por la culpa de Adán; porque Dios había declarado que realmente iba a remitir la culpa original, debido a la prevista pasión de su Hijo a todos los que creen y creerán en él, pero no que él iba a remitir el castigo debido a ese pecado, esto es, la ausencia de la visión Divina; debido a la pasión como se había previsto, sino a causa de ella como se muestra y representa. Por tanto, al igual que la puerta no estaba abierta para los Padres que murieron antes de la pasión de Cristo, así parece, que debería decirse de la Santísima Virgen, si ella se había separado de esta vida antes de su hijo.

 

Contra la objeción 2. Digo que del hecho de que la Santísima Virgen nació de acuerdo con la forma común de propagación, nada más sigue, excepto que en realidad ella tenía la razón y causa en sí misma, como hija de Adán, de contraer el pecado original. Que, [Report. 4 d.4 q.3 n.7] de ahí no podemos inferir que ella no pudo ser santificada de ninguna manera en el vientre; no solo porque pudo haber sido prevenida por Dios de tal manera que ella no haya estado bajo el pecado original durante ningún instante, como quedará claro en el siguiente artículo, sino también en [Oxon. 4 d.1 q.6 n.11ff.] porque así como alguien después del bautismo es hijo de Adán y no tiene culpa original, de la misma forma antes del bautismo o en el vientre él podría recibir la misma o mayor gracia de Dios, por lo que la culpa original puede ser destruida, aunque se propague, como hijo de Adán, por la ley común.

 

Contra la objeción 3. Respondo que lo dicho por el Apóstol debe ser entendido de aquellos que son justificados de acuerdo con la ley común y universal prescrita por la sabiduría Divina, de acuerdo con que, en la ley cristiana están justificados por la recepción del bautismo y, en la ley mosaica, los israelitas fueron justificados por medio de la circuncisión; pero esta no fue una razón por la que algunos no podrían haber sido, por un privilegio especial de Dios, justificados antes de nacer del vientre de su madre, como [Oxon. 4 d.4 q.3 n.2] se dice de Jeremías (Jeremías 1) y de Juan Bautista (Lucas 1), y como la Iglesia sostiene firmemente de la Santísima Madre de Cristo, todos los cuales fueron carnalmente concebidos o en el tiempo justificados en su vientre materno.



 

1 comentario:

Post Top Ad