Este es el
primer post de la serie Aquino & Escoto, en el que se muestran las
respuestas y pensamientos de estos grandes doctores de la Iglesia Católica, El doctor angélico
Santo Tomás de Aquino y el doctor sutil Beato Juan Duns
Escoto. El esquema de este post y los demás será distinto al de otras entradas,
pues no incluirá un título de Introducción, Desarrollo ni Conclusión, siendo
solamente los textos de los doctores los que se muestren en el mismo.
Los textos
no van a contener comentarios del autor de este blog, a menos que se
especifique. Lo textos aquí mostrados serán extraídos puramente de las fuentes
siguientes:
Para la Summa Teológica de Santo Tomás de Aquino en Español se
extraerá el escrito directamente de este sitio web: http://hjg.com.ar/sumat/
Para los
escritos de Juan Duns Escoto se utilizarán los que se
encuentran en la web en inglés: http://aristotelophile.com/current.htm, al
estar en inglés será traducido directamente por el autor de este blog, por lo
que errores tipográficos, léxicos o de cualquier tipo que la traducción al
español contenga son debidos al autor del blog Cuculmeca
Apologética.
Acerca de la
Santificación de la Santísima Virgen |
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Santo Tomás de
Aquino |
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Beato Juan Duns Scoto |
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Objeciones por las que parece que la Virgen
María no fue santificada antes de su nacimiento del seno materno. Objeción 1. Porque dice el Apóstol en 1 Cor 15,46: No es primero lo espiritual, sino lo animal;
después lo espiritual. Ahora bien, por la gracia santificante nace el hombre
espiritualmente en cuanto hijo de Dios, conforme a lo que se dice en Jn 1,13: Han nacido de Dios. En cambio, el nacimiento del
seno materno es nacimiento animal. Luego la Virgen María no fue santificada
antes de nacer del seno materno. Objeción 2. Dice Agustín en la Epístola Ad Dardanum: La santificación, por la que somos hechos
templo de Dios, no se realiza sino en los que han renacido. Pero nadie renace
si antes no nace. Luego la Virgen María no fue santificada antes de nacer del
seno materno. Objeción 3. Todo el que es santificado por la gracia
queda limpio del pecado original y del actual. Si, pues, la Virgen María fue
santificada antes de su nacimiento del seno materno, se seguiría que fue
limpia del pecado original. Ahora bien, sólo este pecado podía impedirla
entrar en el reino de los cielos. Por consiguiente, en caso de haber muerto
entonces, parece que hubiera entrado en el reino celestial. Pero esto no fue
posible antes de la pasión de Cristo, conforme a estas palabras del Apóstol:
Tenemos confianza para la entrada en el santuario por la sangre de Jesús (Heb 10,19). Luego parece que la Virgen María no fue
santificada antes de nacer del seno materno. Objeción 4. El pecado original se contrae por el origen,
como el actual se contrae por el acto. Ahora bien, nadie puede ser purificado
del pecado actual mientras se mantiene en el acto de pecar. Luego tampoco la
Virgen María pudo ser limpia de pecado original mientras permanecía en el
mismo acto de su origen, cuando se hallaba aún en el seno materno. Contra esto: está el hecho de que la Iglesia celebra la
Natividad de la Santísima Virgen. Pero en la Iglesia sólo se celebra fiesta
por un santo. Luego la Virgen María fue santa en su nacimiento. Por tanto,
fue santificada en el seno materno. Respondo: Sobre la santificación de la Virgen María,
esto es, que haya sido santificada en el seno materno, la Sagrada Escritura
no dice nada. Ni siquiera menciona su nacimiento. Sin embargo, así como
Agustín, en el escrito De Assumptione,
arguye razonablemente que la Santísima Virgen fue asunta corporalmente a los
cielos, aunque la Escritura no lo menciona, así también podemos inferir
razonablemente que fue santificada en el seno materno. Es, pues, razonable
creer que aquella que engendró al Unigénito del Padre, lleno de gracia y de
verdad (Jn 1,14), recibió mayores privilegios de la
gracia que todos los otros. Por eso se lee en Lc
1,28, que el ángel le dijo: Dios te salve, llena de gracia. Pero es sabido que algunos otros recibieron
el privilegio de ser santificados en el seno materno. Tal aconteció con
Jeremías, al que se le dice: Antes de que salieras del seno materno, te
santifiqué (Jer 1,5); y con Juan el Bautista, del
que se lee en Lc 1,15: Será lleno del Espíritu
Santo ya desde el seno materno. Luego es razonable creer que la Virgen María
fue santificada antes de nacer del seno materno. A las objeciones: Contra la objeción 1. También en la Virgen María fue
primero lo animal, y después lo espiritual, porque primero fue corporalmente
concebida, y después espiritualmente santificada. Contra la objeción 2. Agustín habla de la ley
ordinaria, según la cual nadie es regenerado si primero no ha nacido. Pero
Dios no ligó su poder a esta ley de los sacramentos, de modo que no pueda,
por especial privilegio, otorgar su gracia a algunos antes de que nazcan del
seno materno. Contra la objeción 3. La Virgen María fue santificada
en el seno materno en cuanto a la mancha personal del pecado original, pero
no fue liberada del reato que pesa sobre toda la humanidad, de modo que no
pueda entrar en el paraíso sino mediante el sacrificio de Cristo, como se
dice también respecto de los santos padres que vivieron antes de Él. Contra la objeción 4. El pecado original se adquiere
por el origen, puesto que a través de él se comunica la naturaleza humana,
con la que propiamente se relaciona el pecado original. Y eso sucede en el
momento de la animación de la prole concebida. Por lo que nada impide que,
después de la animación, sea santificada la prole concebida, pues ésta no permanece
en el seno materno para recibir la naturaleza humana, que ya posee, sino para
lograr alguna perfección de la misma. |
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Objeción 1. Parece que la Santísima Virgen no fue
santificada antes de su nacimiento del seno materno. Porque si fuese así [Oxon, 3 d 3 q.1 n.3], entonces ella habría sido
santificada antes de haber nacido; por lo que ella habría sido limpiada del
pecado original a través de la gracia santificante (porque de cualquier otro
modo, ella podría haber tenido pecado original); por lo tanto, si ella
hubiera muerto antes de la pasión de su Hijo, ella hubiera entrado a por las
puertas del paraíso: pero esto parece inaceptable, que ella, la redimida
entrara primero antes que el redentor, por lo tanto, ella no fue santificada
antes de nacer del vientre materno. Objeción 2. La Santísima Virgen vino al mundo de acuerdo
con la forma común de propagación; por lo tanto, en ella estaba la misma
infección, de donde sea que venga, así como se ha propagado en los otros
hijos de Adán, de la forma común; por lo tanto, al igual que el resto de los
hombres nacen con la ofensa de culpa original, por paridad, la Santísima
Virgen María también vino al mundo como lo hacen los otros hombres. Y [Oxon. Ib. n.1] Fulgencio menciona esto expresamente en De
Fide ad Petrum, ch.23: “Sosténganse lo más
firmemente y de ninguna manera duden que todos los hombres que son concebidos
a través de la mentira, todos los hombres y mujeres nacen con el pecado
original”, por lo tanto, no fue santificada antes de su nacimiento del
vientre materno. Objeción 3. [Oxon. 4 d.4 q.3
n.1]. De acuerdo con el Apostol (1 Corintios 15): “Lo
primero no es lo espiritual, sino lo animal, después lo espiritual”, por
lo tanto es necesario que todos nazcan carnalmente antes de renacer
espiritualmente; por lo tanto, la Santísima Virgen no pudo ser santificada
antes de nacer del vientre materno. Contra esto: [Oxon. Prol. q.2 n.8] La autoridad de la Iglesia Católica es tan
grande que Agustín dice en Epistolam fundamenti: “No creería en los Evangelios si no
creyera en la Iglesia Católica”. Pero esta Iglesia celebra el nacimiento
de la Santísima Virgen; por lo tanto era necesario para ella haber sido Santa
antes de nacer. Nuevamente, [Oxon. 4 d.4 q.3 n.2]
Juan el Bautista fue santificado en el vientre de su madre, Lucas capítulo 1,
por lo tanto, más así la Madre de Dios y Reina de todos los Santos. Respondo: Hay que decir que la Santísima Virgen fue
santificada antes de nacer del vientre. La autoridad de la Iglesia es
totalmente convincente en esto; y lo que no implica repugnancia queda claro:
para, [Oxon. 3 d.3 q.1 n.9] lo que respecta la
aceptación divina, la gracia es equivalente a la justicia original; tanto que
el pecado original no se imputa a alguien que tiene gracia, como queda claro
en el bautismo o en la circuncisión. Por lo tanto, en cualquier instante, a esa
alma que estaba en el vientre de su madre, Dios pudo haberle dado una gracia
igual o mayor que la que se le daría en el bautismo; por lo tanto ella habría
sido santificada. Y también, en el primer instante de su ser, cuando el
pecado original debería haber estado presente, si Dios hubiera dado la gracia
santificante, la mancha del pecado original se habría evitado. Y si se piensa
que esa mancha se contrae y se derrama en el alma desde la carne infectada,
Dios podría igualmente haber limpiado la carne misma y luego haber infundido
el alma. Y si esa alma estuvo por un solo instante bajo la culpa original, no
es de ninguna manera aceptable entender que fue limpiada inmediatamente
después de ese instante; por si un agente natural [Oxon.
Ib. n.10] puede comenzar a obrar en un instante, de tal manera que en ese
instante hubiera un sujeto en un estado de reposo bajo la propiedad contraria
y en el momento inmediatamente siguiente, suponiendo que estaba bajo la
propiedad de estar helada, fue, a través de la acción del agente, bajo la
propiedad de ser caliente, mucho más podría ocurrir a través de un agente
sobrenatural. Porque en cualquier momento que actúe un agente natural, Dios
puede actuar; por lo tanto en el tiempo inmediatamente siguiente al instante
en que el alma de la Santísima Virgen estaba bajo la culpa original, pudo
infundir gracia en ella y destruir la culpa original. Pero si ella había
estado bajo la culpa por algún tiempo, Dios también podría, antes de que ella
naciera, derramar gracia sobre ella, así como lo hace con los que ya han
nacido y que reciben el sacramento del bautismo. Contra la objeción 1. Niego que la Santísima Virgen,
solamente por el hecho que ella fue santificada y purificada del pecado
original antes de haber nacido, podría gozar y disfrutar la gloria celeste si
ella hubiera muerto antes que su Hijo, por [Oxon. Ib.
n.19] los Santos Padres que murieron antes de la muerte de Cristo fueron
encontrados en el limbo, incluso algunos de ellos ya habían sido limpiados
del pecado original antes de nacer. Por lo tanto, la puerta del cielo se
cerró antes del pago de satisfacción por la culpa de Adán; porque Dios había
declarado que realmente iba a remitir la culpa original, debido a la prevista
pasión de su Hijo a todos los que creen y creerán en él, pero no que él iba a
remitir el castigo debido a ese pecado, esto es, la ausencia de la visión
Divina; debido a la pasión como se había previsto, sino a causa de ella como
se muestra y representa. Por tanto, al igual que la puerta no estaba abierta
para los Padres que murieron antes de la pasión de Cristo, así parece, que
debería decirse de la Santísima Virgen, si ella se había separado de esta vida
antes de su hijo. Contra la objeción 2. Digo que del hecho de que la
Santísima Virgen nació de acuerdo con la forma común de propagación, nada más
sigue, excepto que en realidad ella tenía la razón y causa en sí misma, como
hija de Adán, de contraer el pecado original. Que, [Report.
4 d.4 q.3 n.7] de ahí no podemos inferir que ella no pudo ser santificada de
ninguna manera en el vientre; no solo porque pudo haber sido prevenida por Dios
de tal manera que ella no haya estado bajo el pecado original durante ningún
instante, como quedará claro en el siguiente artículo, sino también en [Oxon. 4 d.1 q.6 n.11ff.] porque así como alguien después
del bautismo es hijo de Adán y no tiene culpa original, de la misma forma antes
del bautismo o en el vientre él podría recibir la misma o mayor gracia de
Dios, por lo que la culpa original puede ser destruida, aunque se propague,
como hijo de Adán, por la ley común. Contra la objeción 3. Respondo que lo dicho por el
Apóstol debe ser entendido de aquellos que son justificados de acuerdo con la
ley común y universal prescrita por la sabiduría Divina, de acuerdo con que,
en la ley cristiana están justificados por la recepción del bautismo y, en la
ley mosaica, los israelitas fueron justificados por medio de la circuncisión;
pero esta no fue una razón por la que algunos no podrían haber sido, por un
privilegio especial de Dios, justificados antes de nacer del vientre de su
madre, como [Oxon. 4 d.4 q.3 n.2] se dice de
Jeremías (Jeremías 1) y de Juan Bautista (Lucas 1), y como la Iglesia
sostiene firmemente de la Santísima Madre de Cristo, todos los cuales fueron
carnalmente concebidos o en el tiempo justificados en su vientre materno. |
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