Parte 1 - El sacrificio de la misa: ¿La última cena fue solamente "una merienda"? - Cuculmeca Apologética

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miércoles, 7 de febrero de 2018

Parte 1 - El sacrificio de la misa: ¿La última cena fue solamente "una merienda"?

La celebración mas importante de la Iglesia Católica celebración de la fracción del Pan, el sacrificio de la misa que se realiza diariamente, así como lo hacían los apóstoles desde el principio de la iglesia Hechos 2:46, donde se renueva el sacrificio de Cristo, donde anunciamos la muerte de nuestro Señor hasta que vuelva 1 Corintios 11:26.

Cuando mencionamos que la misa es un sacrificio saltará la pregunta (u objeción): "¡Hey, pero es que la última cena, fue simplemente eso, una cena, donde recordaremos a Jesús, el sacrificio real está en el calvario!"

Es en este tópico que se centrará este post. El Sacrificio de la misa. (Está basado en una charla de Scott Hahn: The Bible and the Sacrifice of the Mass)

Desarrollo

Primero, estamos de acuerdo que el calvario fue un sacrificio de Cristo, donde se derramó su sangre y resucitó para el perdón de la humanidad, pero vamos a pensar algo:

Estamos ahí, un Viernes Santo, en el calvario, como un devoto judío totalmente comprometido con todas las leyes, y miramos a Jesús morir en el calvario, bien, cuando vayamos a nuestra casa a contar todo lo que hemos visto, cuando vayamos a contar nuestra experiencia a los miembros de nuestra familia, simplemente no diríamos (como judíos) que hemos sido testigos de un sacrificio. ¿Por qué?

Porque un sacrificio para los judíos, se hacía primeramente dentro de la ciudad de Jerusalen, y definitivamente dentro del templo de la ciudad, encima de un altar en donde hay un sacerdote ofreciendo el sacrificio. Mientras que Jesús murió fuera de los muros de la ciudad, muy lejos del templo, donde no hay ningún altar de sacrificio y mucho menos un sacerdote ofreciendo el sacrificio, esto no pinta para nada igual a un sacrificio judío a simple vista.

Cuando vayamos donde nuestra familia a contar de lo que hemos sido testigos, lo que iremos a contar no será nada más que una ejecución romana, una ejecución bastante sangrienta por cierto. Desde la perspectiva judía, la muerte de Jesús no era un "sacrificio" sino mas bien una crucifixión romana, una ejecución sangrienta y (dependiendo de tus pensamientos), injusta e innecesaria. Jamás pensarías que lo que has visto es un sacrificio, es decir, ¿Cómo en el mundo, una ejecución romana se convierte de repente en un sacrificio? ¡Y no un sacrificio común y corriente, sino en el sacrificio más grande, supremo e importante de todos los tiempos!

Para que el Cristiano y el judío comprenda tal cosa hay que ver lo que sucedió el Jueves Santo, cuando se instituyó la eucaristía, la santa misa, la última cena.

El Jueves Santo, no se celebraba "nada más una cena", cuando Jesús pronunciaba las palabras "Esta es la sangre de la alianza..." Mateo 26:28 se celebraba una nueva y eterna alianza de Dios con su nueva y renovada familia, al mismo tiempo que se celebraba la pascua del antiguo testamento por última vez Mateo 26:17, y es que también estaba cumpliendo que él era realmente el cordero de Dios Juan 1:29. ¿Por qué todas estas cosas? ¡Pues porque se estaba celebrando la transformación de la pascua de la antigua alianza, hacia una pascua en la nueva alianza que Dios ha hecho con el hombre!

¿Cómo es eso que se transformó la pascua de la antigua alianza hacia una nueva celebración de pascua en la nueva alianza?

Hay que recordar que los apóstoles, con los que Jesús estaba celebrando la pascua judía, conocían como la palma de su mano cada uno de los ritos que se habían de hacer durante la pascua. A los apóstoles les debió parecer demasiado raro, que, en la plena cena, Jesús haya tomado los panes ázimos y haya dicho: "Este es mi cuerpo", quizás ellos hayan pensando algo así como: "¿Qué fue eso? Esto debe ser algún tipo de celebración nueva, ya que no es la celebración de la pascua judía que nosotros conocemos, Jesús se está desviando de las rubricas litúrgicas de la pascua." Aparentemente ellos no dijeron nada, pero claramente habrán estado pensando en este cambio tan drástico.

Pero es que no solamente pasó eso en esa última cena, sino que al final, cuando ya hubieron comido, Jesús tomó la copa (la tercera copa (de cuatro) de la pascua judía, llamada copa de bendición) y dijo: "Este es el cáliz de la nueva alianza", los apóstoles debían estar dando vueltas en su cabeza pensando: "¿Qué es esto?, ¿Es esta una nueva edición de la pascua judía que debemos aprender?" (Y sin duda lo era), al parecer ninguno le preguntó nada, pero cuando parten, al monte Getsemaní, ellos sin duda deberían estar pensando en lo que sucedió durante la cena.

Y es que no entendieron al máximo todas las cosas que sucedieron en Jueves Santo, hasta que llegó el Viernes Santo, ellos debieron descubrir que Jesús no estaba simplemente añadiendo palabras nuevas para un ritual nuevo. Ellos debieron descubrir que cuando Jesús dijo: "Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes" en el Jueves Santo, cobraba sentido totalmente lógico cuando se comparaba con lo que estaba sucediendo durante el Viernes Santo, Jesús estaba dando su cuerpo, lo estaba entregando por ellos (y muchos), y también debieron comprender que cuando Jesús dijo "Este es el cáliz de mi sangre, que será derramada por ustedes para el perdón de sus pecados, hagan esto en memoria mía", pudieron comprender que lo que Jesús dijo no eran "añadiduras litúrgicas" sino algo completamente real, Jesús en Viernes Santo estaba dando su sangre para el perdón de los pecados, así como un sacrificio.

Y es que en la pascua judía no se hacía una simple cena, ¡sino que se hacía un sacrificio! (Si no lo crees, pregúntale a el cordero😂). Y si esto era un sacrificio completamente cierto en el antiguo pacto, entonces no es menos cierto, sino que más cierto en el nuevo pacto de Dios, el sacrificio estaba siendo reflejado realmente en la eucaristía, porque Jesús no solamente viene como el cordero de Dios para darnos de comer carne deliciosa, sino para morir por nosotros, ya que Jesús en la pascua el Jueves Santo estaba cumpliendo la pascua judía como correspondía, pero al mismo tiempo estaba transformándola en la pascua del nuevo pacto de Dios, cuando el nuevo cordero tiene que morir en sacrificio.

Entonces podemos concluir que: Si la última cena fue solamente una merienda, entonces la muerte de Jesús es solamente una ejecución romana, pero si la última cena (y solamente si es así) no es una simple merienda sino que es la institución de la sagrada Eucaristía por parte de Jesús en Jueves Santo, entonces la consumación se hace en el Viernes Santo, por lo que la muerte de Jesús deja de ser una ejecución romana, y se convierte automáticamente en un sacrificio. 

Si la última cena es solo una merienda, la muerte de Jesús en la cruz no tiene ningún sentido más que el de una sangrienta ejecución Romana.

¡Siendo la última cena la institución de la sagrada Eucaristía en Jueves, no hace que Jesús haya perdido la vida en Viernes, sino que hace que nos haya dado de forma totalmente libre vida a todos nosotros, dado como cordero sacrificial para la remisión de los pecados del mundo entero!

Por tanto, la última cena, en la institución de la sagrada eucaristía se estaba estableciendo y transformando una nueva pascua donde Jesús se entrega como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y que ese cordero fue sacrificado en la cruz para el perdón de nuestros pecados, y como en toda pascua judía, luego de que el cordero haya muerto, debía ser comido por todos (leer Éxodo 12:1-51), así mismo Jesús se nos da a nosotros, después de su muerte en la eucaristía, en su nueva pascua instituida para todos nosotros, es por ello que los apóstoles comprendieron que todo lo que sucedió no era simplemente un "cambio litúrgico", sino una transformación real.

Por ello es que los apóstoles hacían la partición del pan Hechos 2:46 diariamente, que es la sagrada comunión con el cuerpo y la sangre de Jesús 1 Corintios 10:16-17, y los apóstoles lo hacían con las mismas palabras que Jesús usó al instituir la eucaristía 1 Corintios 11:23-26, ya que entendían que esta era una nueva pascua, donde la eucaristía ES realmente el cuerpo del cordero de Dios que quita el pecado del mundo Juan 6:51, donde la eucaristía ES realmente el cuerpo de Jesús Juan 6.53-56.

Conclusión

Así entonces comprendemos que la última cena, donde Jesús ha instituido la Eucaristía, da sentido al sacrificio de Jesús en la cruz, y no puede haber uno sin el otro.

Esta institución de la eucaristía, practicada por los apóstoles según las palabras de Jesús de hacerlo en memoria de él 1 Corintios 11:24, es lo que nosotros los Católicos, hemos bautizado con el nombre de Santa Misa (Que no es más que el nombre moderno que se le dio a la pascua que Jesús instituyó con sus apóstoles en la última cena), donde recibimos el cuerpo y la sangre de Jesucristo nuestro señor, que se nos da como cordero inmolado en la Sagrada Eucaristía.

La Iglesia Católica es la única que realiza esta celebración tal y como la iglesia primitiva lo hacía (naturalmente porque estamos hablando de la misma iglesia), diariamente y según las palabras de institución de Jesús.

Dios les bendiga,



                                                                                                                   Por: Cairo - Cuculmeca

1 comentario:

  1. Excelente explicación. Hoy en día, muchos católicos tradicionalistas tienen un problema de comprensión fundada en el prejuicio de creer que la misa, como cena del Señor, es un elemento protestante. Esto es, porque han perdido de vista que la última cena fue un sacrificio, un acontecimiento que tuvo una conexión inseparable con el sacrificio cruento en la cruz. Así, la última cena se consuma como sacrificio en la cruz, y la cruz, se consuma como sacrificio en la última cena, la pascua del Señor. Es por eso que cuando hablamos del Santo Sacrificio de la misa, también decimos implícitamente "Cena del Señor", y a la inversa estaríamos diciendo "Santo Sacrificio". Son realidades inseparables que incluso se expresan espléndidamente en el triduo pascual, considerado como un solo acontecimiento en el tiempo litúrgico.

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